Las opiniones científicas son contradictorias sobre si la leche puede considerarse un componente preventivo del cáncer en la dieta. Por un lado, los rangos más altos de ingesta de leche dieron como resultado tasas reducidas de cáncer colorrectal en un estudio. (2) Tal hallazgo sugería que la leche tiene propiedades para combatir el cáncer. Por otro lado, muchos estudios centrados en diferentes tipos de cáncer encontraron que la ingesta de leche aumenta el riesgo de cáncer de mama y gástrico, por nombrar algunos. Un estudio sugirió que las pacientes con alto riesgo de cáncer de mama podrían querer dejar de beber leche por completo. (3, 4) Parece que la leche no contiene ningún componente activo que reduzca el riesgo total de cáncer, ni ningún componente que sea beneficioso en general para la prevención del cáncer. Sin embargo, dependiendo de los tipos de cáncer que más le preocupen, beber leche puede ser un paso preventivo o no muy recomendable.